Haber tenido la
oportunidad de contar con un hablante nativo en nuestra institución ha sido una
experiencia enriquecedora, ya que ha abierto la puerta a un nuevo mundo, a una
nueva cultura y a una nueva forma de percibir la realidad. Este intercambio
cultural permitió exponer a los niños y docentes a una cultura diferente a la
nuestra, viviendo sus tradiciones y costumbres a través del contacto con
nuestro voluntario Jacob P. Basseches.
Este tipo de intercambio
cultural es muy beneficioso tanto para el hablante nativo de la segunda lengua
como para el anfitrión o anfitriones, puesto que crea una conciencia de las
diferencias entre su propia cultura con relación a las demás, incentiva el amor
y reconocimiento de la cultura local, refuerza valores internacionales como el
respeto y la tolerancia, y por ende promueve la sana convivencia.
En esta
experiencia hubo muchos momentos que dan muestra de la riqueza cultural que nos
queda .
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